En un proceso natural y auténtico, Marcello Bastos y Katia Barros lograron capturar, como nadie, la esencia de la chica carioca: una inspiración para toda la vida.
En Río de Janeiro, la naturaleza, el clima y los colores parecen haber nacido en forma de poesía, y FARM siempre buscó transformar ese espíritu en moda. ¿Cómo? De la manera más natural, contemporánea y genuina posible. Así, FARM se convirtió en la marca de la chica carioca y dio origen a un estilo de vida que inspira.